Ópera Los Comuneros de Igor Escudero
Nos hacemos eco del estupendo reportaje de la revista ATTICUS:
La ópera Los Comuneros está cargada de épica, de intensidad emocional y de estoicismo. La pandemia sorprendió a esta producción. La plantilla orquestal se redujo a la mínima expresión, los coros se quedaron en la mitad, y fueron amordazados con una mascarilla quirúrgica. El presupuesto se redujo, también, pero todo esto no ha restado intensidad dramática a la historia. El montaje, pensado para una intensa gira por las nueve provincias, reducido a elementos esenciales para poderse montar y desmontar en el día, ha suplido con creatividad y una excelente iluminación la austeridad de sus elementos. El vestuario, obra de Gratie d’ Amore, ha ayudado mucho. Cuidado al detalle: de mimo. Excelente labor de Alejando Contreras, que cada vez pisa con más fuerza en los espacios escénicos de este país, y de un infatigable Cristian Santos, reputado y respetado en toda la comunidad.
Pese a las dificultades, prevalece el carácter épico, el estoicismo: la atmósfera. La producción, la gira, ha sobrevivido a la pandemia. Las entradas, agotadas; el público, reencontrado con el espacio escénico, cálido, deseoso de más. Un elenco de primer nivel a prueba de maratones y jornadas intensivas de trabajo. Regularidad y excelencia. Alejandro Roy, llenando el teatro, potente e infalible. Heroico. Conmovedor. Fernando Campero, cálido, muy resuelto, y Conchi Moyano, cristalina, cortando el sonido como una daga. Un elenco regular e intachable.
José Luis López Antón y la OSCyL han hecho gala de una ductilidad y una capacidad de adaptación camaleónicas a lo largo de la gira, en cada acústica, en los espacios más incómodos, siempre al más alto nivel artístico. La incorporación de Montse Miralles, milagrosa. La escena se ha expandido y contraído con efectividad en cada espacio.
Los coros Vox Vitae y Primo Tempo, cuyos integrantes lo han sido a su vez del propio Coro del Teatro Calderón en tres momentos (en la actualidad, en la reestructuración de 2011 y en el primer coro formado por Susana Corvacho), jugaban en casa, se movían por el espacio con familiaridad, dominando la situación, superando con resolución la barrera de la mascarilla. Tres generaciones reencontradas.
Y, ante todo, Los Comuneros es una producción local. Igor Escudero es leonés; López Antón, segoviano; Conchi Moyano, zamorana; Cristian Santos, salmantino; Eva Saiz, burgalesa; Alfonso Baruque, vallisoletano, como Javier Sanz, el maestro de coro; Gratie d’ Amore, de León; la Asociación del Museo Militar, de Burgos… Una obra contemporánea de producción propia que llena los espacios escénicos y que apunta a salir fuera de Castilla y León. Podemos crear, difundir y exportar nuevas producciones. El espíritu comunero nos ha infundido garra, tenacidad, estoicismo y capacidad de resiliencia.
Ficha artística
Libreto y partitura: Igor Escudero
Dirección musical: José Luis López Antón
Dirección de escena: Montse Miralles
Escenógrafo y diseñador teatral: Alejandro Contreras Cortés
Director técnico de proyectos e iluminador: Cristian Santos
Dirección de producción: Conchi Moyano
Ayudante de producción: Eva Saiz Díez
Coreografía y diseño de vestuario: Gratie d´amore
Orquesta Sinfónica de Castilla y León: OSCYL
Coros: Vox Vitae y Primo Tempo
Maestro de coro: Javier Sanz
Tenor: Alejandro Roy
Barítono: Fernando Campero
Tenor: José Concepción
Soprano: Conchi Moyano
Barítono: Alfonso Baruque
Barítono: Xavier Casademont
Barítono: Ferrán Albrich
La ópera está impulsada por la Fundación de Castilla y León y coproducida por Patrimonio Inteligente en el marco del proyecto conmemorativo ‘El tiempo de la libertad. Comuneros V centenario’.